
Para la rehabilitación de esta vivienda contábamos con una superficie aproximada de 70 metros cuadrados. El espacio estaba muy compartimentado por lo que nuestra intervención consistió, básicamente, en dejar espacios diáfanos, buscando luminosidad, confort y sensación de amplitud.
Nos hemos centrado en la recuperación de los elementos originales procurando respetar al máximo su estilo. Para ello hemos utilizado materiales de la época procedentes de otros derribos, como es el caso de los azulejos de cuadros con los que tapamos las líneas producidas por el derribo de tabiques y solventamos la diferencia de color que había entre ellos. Del mismo modo hemos actuado con la ventana con la que separamos cocina del cuarto de estar o con el armario del salón.


Escribir comentario